Avilés
Avilés es la tercera ciudad en importancia del Principado de Asturias. Antigua ciudad marinera y campesina, Avilés es ahora ciudad moderna, fruto de un vertiginoso crecimiento demográfico y un gran despegue industrial convirtiéndose en un centro siderúrgico de primera magnitud en España. Al mismo tiempo su casco antiguo está declarado como Conjunto Histórico Artístico Monumental que guarda importantes joyas de arquitectura civil y religiosa.
La villa de Avilés, parroquia y capital del concejo homónimo, está situada en la franja costera central de Asturias, al oeste del cabo Peñas, en la margen izquierda de la ría de su mismo nombre. Este antiguo estuario, en otros tiempos mucho más extenso, se ubica sobre la falla de Ventaniella, que se prolonga hacia el mar Cantábrico formando el denominado cañón de Avilés, accidente tectónico de notable importancia que ocasionó algunos terremotos que afectaron a la villa entre los siglos XVI y XVIII. La villa de Avilés aparece mencionada por primera vez en un documento en el testamento del rey Alfonso III, en el año 905. Este mismo monarca construyó el castillo de Gauzón (Gozón) en el peñón de Raíces (Castrillón), para vigilancia y defensa del estuario. En el siglo XI, aprovechando el abrigo que para las naves ofrecían las vertientes septentrional y oriental del altozano en que se hallaba la villa, se fue convirtiendo en un verdadero puerto dedicado al tráfico marítimo y a la pesca. Con el paso del tiempo fue adquiriendo cada vez más importancia como puerto abastecedor de la capital asturiana. El auge que por entonces adquirieron las peregrinaciones jacobeas también influyó en el desarrollo de Avilés, que se convirtió en el principal puerto y en la segunda urbe de Asturias, detrás de Oviedo.
A finales del siglo XIII se completó el trazado circular de la muralla. Este recinto amurallado recibía el nombre de La Villa y fue arrasado por un incendio en 1479. Como medida de ayuda, los Reyes Católicos le conceden un mercado franco los lunes, que aún continúa celebrándose.
En el siglo XVII la villa comienza a extenderse por primera vez fuera del recinto amurallado. Hacia el sur se construye una plaza en la que se levantan el Ayuntamiento y los palacios de Ferrera y Llano Ponte. También se comienzan a empedrar algunas de las principales calles, como la de la Ferrería, la de la Fruta y la del Sol. En 1818 se inicia el derribo de la muralla, y en 1868 se acomete a fondo el saneamiento y la urbanización de las marismas que rodeaban la urbe. Entre 1900 y 1920 se produjo un notable crecimiento urbanístico debido a la conjunción de diversos factores favorables: la apertura de la dársena de San Juan de Nieva, la instalación de diversas industrias, la mejora de las comunicaciones ferroviarias y por carretera, y la repatriación de capitales indianos. Se construyen entonces mansiones burguesas por toda la villa, así como el Gran Hotel y el teatro Palacio Valdés.
El año 1950 supone el inicio del periodo de transformación urbanística más importante de la historia de Avilés, debido a la instalación de diversas industrias, entre las que destaca espectacularmente la instalación de Ensidesa. En 1952 Cristalería Española se instala en Avilés y en 1957 se enciende el primer horno alto de Ensidesa. Paradójicamente, mientras se iban transformando los alrededores de la Villa, el centro urbano permaneció inalterado hasta 1965. La crisis industrial ha frenado el desarrollo de Avilés, aunque el núcleo urbano sigue creciendo lentamente. En 1980 se inauguran el nuevo muelle pesquero y la cofradía de pescadores Virgen de las Mareas, en cuya lonja se subasta casi el 70% de la pesca capturada en Asturias, lo que ha colocado a Avilés, a pesar de su escasa flota pesquera, a la cabeza de los puertos asturianos de este sector.